lunes, 29 de junio de 2009

Dolor


quisiera esta tarde divina de octubre
pasar por la orilla lejana del mar.
que las arnas de oro y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.
ser alta, sobervia, perfecta, quiusiera
como una romana, para concordar.
con las grandes olas y las rocas muertas
y las anchas playas que siñen el mar.
con el paso lento y ojos frios
y la boca muda, dejame llevar.
ver como se rompen las olas azules
contra los granitos y no parpadiar,
ver como las aves rapaces se comen
las pequeñas y no despertar;
pensar que pudieran las fragiles barcas
undirse en las aguas y no suspirar;
ver que se adelanta, la garganta al aire,
el hombre mas bello; no deseara amar.
perder la miradqa, distante
perderla, y que nunca la vuelva a encontrar
y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido y perderme.
















COMO ALFONSINA EN EL MAR.... DESAPARECER

1 comentario:

  1. No creo que hayas sido un engaño, yo te veo bastante auténtica... Y no, no creas que hay algo que no puedas darle, porque podés darle todo, que él opte entre una cosa y otra es distinta, tuvimos (y hasta cierto punto tenemos) muchos sueños para nosotros, y al fin y al cabo, eso es lo que consuela nuestra existencia. Pero no quiero que estés mal, y no,no te conozco, en lo más mínimo, ni siquiera sé tu nombre, pero eso no influye en nada, porque lo hiciste feliz, porque te merecés ser feliz, y si no es con él, y te lo digo por experiencia, no se acaba el mundo, aunque duela, aunque todo duela, no se acaba.
    No pretendo caerte bien, pero no quiero que sientas aberración hacia mí, espero que estés bien, espero que todo esté bien...
    Yo no controlo las cosas, pero creeme, que me importan.

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